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Sobre nutrición: no tires esas semillas de calabaza

Sobre nutrición: no tires esas semillas de calabaza
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Todo comenzó con una pregunta de un lector de Missouri: “¿Pueden las semillas de calabaza minimizar la vejiga hiperactiva? ¿Es mejor comer semillas de calabaza molidas o enteras? ¿Cuánto es recomendable?”

Efectivamente, existe evidencia de que las semillas de calabaza, más específicamente el aceite de las semillas de calabaza, pueden ayudar a tratar lo que se conoce como síndrome de vejiga hiperactiva (VH).

Esta afección afecta tanto a hombres como a mujeres, según una revisión de 2018 en la revista Current Urology. Junto con los medicamentos y otras estrategias de tratamiento, estos expertos también recomiendan a las personas con esta afección que dejen de fumar, bajen de peso y eviten el alcohol, la cafeína y los alimentos ácidos.

¿De dónde vienen las semillas de calabaza? El aceite natural de las semillas de calabaza es rico en compuestos llamados fitoesteroles. Estas y otras sustancias contenidas en las semillas de calabaza se han mostrado prometedoras en el tratamiento de la VH, según una revisión de 2019 publicada en Food Reviews International.

Además de su aceite saludable, las semillas de calabaza poseen otros beneficios nutricionales. El Instituto Linus Pauling de la Universidad Estatal de Oregón enumera las semillas de calabaza como una buena fuente de hierro, un nutriente vital que respalda nuestro sistema inmunológico. Estos expertos también recomiendan específicamente las semillas de calabaza como fuente de calidad de magnesio, un mineral que necesitamos para fortalecer nuestros nervios, músculos y huesos.

Las semillas de calabaza también pueden brindar cierto alivio a los hombres con agrandamiento de la próstata, una afección a veces relacionada con la VHA. Si bien hay pocos estudios buenos sobre esto, se han realizado al menos dos ensayos aleatorios controlados con placebo que utilizan extracto de semilla de calabaza para tratar los síntomas del agrandamiento de la próstata.

Un análisis de estos estudios realizado en 2022 en la revista Clinical Phytoscience concluyó que los pacientes con esta afección “pueden beneficiarse” de 500 mg de extracto de semilla de calabaza dos veces al día.

¿Tierra o entera? Obtendrás los ingredientes beneficiosos de las semillas de calabaza de cualquier manera. Y si comes las semillas enteras en lugar de solo el aceite, obtendrás los beneficios adicionales de la fibra dietética y otros nutrientes que residen naturalmente en la semilla.

Una porción diaria de semillas de calabaza es aproximadamente 1/4 de taza (30 gramos). Este puede ser un buen punto de partida, a menos que le hayan indicado lo contrario. Como siempre, la nutrición completa en semillas suele ser mejor (y más segura) que comprar aceites aislados en suplementos. Entonces, si aún no has tirado las semillas de tus calabazas, aquí te explicamos cómo tostarlas, cortesía de la revista Country Living:

Coloque las semillas de calabaza y la pulpa en un recipiente grande con agua y revuelva. Las semillas flotarán hacia arriba y la pulpa se hundirá hasta el fondo. Transfiera con cuidado las semillas a un plato o bandeja para hornear forrado con papel toalla. Seque. Mezcle las semillas con aceite y condimentos ligeros y ase a 350 grados hasta que estén crujientes (aproximadamente 15 minutos).

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