Hay una delgada línea entre lo que separa a los ricos de los pobres, y no es solo la riqueza. Al crecer en un pueblo azotado por la pobreza, José Ardón sabía que estaba destinado a más. Comenzó a cuestionar las diferencias fundamentales entre ricos y pobres, y luego emprendió un viaje para construir su propia riqueza.
Cuando José tenía 11 años, entendió que su estilo de vida era muy diferente al de las personas que habían ganado riqueza. Pero estaba decidido a averiguar por qué. Finalmente, llegó a la conclusión de que lo único que le faltaba era conocimiento. Aunque en ese momento luchó por imaginar una realidad diferente, se negó a dejar que eso le impidiera construir la vida que soñaba.
José dejó su ciudad natal con $100 en el bolsillo a los 17 años para vivir en Estados Unidos. Sin saber aún a dónde lo llevaría su viaje, trabajó en trabajos ocasionales en la industria de restaurantes y la construcción, y todo lo demás. Entonces, el destino le trajo una oportunidad que cambiaría su vida para siempre. En 2004, asistió a un evento de charlas motivacionales para aspirantes a empresarios y se comprometió personalmente a obtener la libertad financiera. “Recuerdo haber escuchado una historia de uno de los oradores sobre cómo se transformó su vida y cómo se había convertido en millonario a través de la venta directa, teniendo la libertad de ser su propio jefe mientras ganaba ingresos residuales. En ese mismo tiempo me dije a mí mismo me haré millonario, o moriré en el intento, pero nunca me rendiré”, dice José Ardón.
En ese momento, José fijó su primera meta de ganar $120,000 ese año. Una vez que vio lo fácil que era obtener $ 120,000, arrojó el guante y se fijó una meta elevada de $ 10 millones. José depositó su primer millón antes de los 27 años, luego completó su objetivo aparentemente inalcanzable antes de cumplir los 30.
José siempre se mantiene arraigado a su hogar en América Latina. No olvida de dónde viene y le ha regalado a sus padres una casa y un auto. José también planea volver a empaquetar el Sueño Americano en el “Sueño Latino”, enseñando sus principios de éxito en su ciudad natal. “Sabemos que siempre hay personas visionarias en el mundo. Sin embargo, los fundadores de BE están más que comprometidos con su visión. Para mí, ha sido la mejor visión que he encontrado en mis 15 años de experiencia haciendo negocios. BE está decidido a cambiar el mundo. Es íntegro con el compromiso y la ética que se requiere para impactar en el mundo”, dice José Ardón.
José descubrió lo que se necesitaba para convertir una vida de pobreza en una vida de riqueza. A través del trabajo duro y permaneciendo abierto a las oportunidades, creó un camino que ahora puede compartir con otros.
Sigue la historia de José y encuéntralo en Instagram en @joseardonn
