La gota es una forma de artritis causada por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, lo que provoca dolor e inflamación. Para ayudar a prevenir los ataques de gota, es esencial evitar o limitar los alimentos que pueden provocar niveles elevados de ácido úrico. Los alimentos ricos en purinas pueden provocar una mayor producción de ácido úrico. Limite o evite los alimentos ricos en purinas, como las carnes rojas (especialmente las vísceras como el hígado), los mariscos (p. ej., camarones, cangrejos, langosta) y ciertos tipos de pescado (p. ej., anchoas, sardinas). El alcohol, especialmente la cerveza y las bebidas espirituosas, puede contribuir a la gota al elevar los niveles de ácido úrico. Limite su consumo de alcohol y manténgase hidratado cuando beba.
El jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, que se encuentra comúnmente en refrescos azucarados y jugos de frutas, puede aumentar los niveles de ácido úrico. Opte por agua, té de hierbas o bebidas endulzadas con alternativas naturales como la stevia.
Los productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, como la leche y el yogur, se han asociado con un riesgo reducido de gota. Estos productos lácteos pueden ayudar a reducir los niveles de ácido úrico. Mantenerse bien hidratado es esencial para la prevención de la gota. La ingesta adecuada de agua ayuda a eliminar el exceso de ácido úrico del cuerpo. Trate de beber al menos de 8 a 10 vasos de agua al día.
Incluso cuando se consumen alimentos aptos para la gota, es fundamental vigilar el tamaño de las porciones para evitar comer en exceso, lo que puede provocar aumento de peso y aumento de los niveles de ácido úrico. El consumo de café se ha asociado con un menor riesgo de gota.
Si le gusta el café, su consumo moderado puede tener algunos beneficios protectores. El sobrepeso o la obesidad son un factor de riesgo importante para la gota. Perder peso mediante una dieta equilibrada y actividad física regular puede ayudar a reducir el riesgo de ataques de gota. Es importante tener en cuenta que los cambios en la dieta por sí solos pueden no ser suficientes para controlar la gota. Si tiene gota o está en riesgo, es recomendable que interactúe regularmente con su médico.
Un enfoque holístico para el manejo de la gota incluye modificaciones en el estilo de vida y, en algunos casos, medicamentos recetados para controlar los niveles de ácido úrico.