España y la Unión Europea compartirán la supervisión del flujo de mercancías y personas hacia el territorio británico, al que le preocupa quedarse aislado y económicamente pellizcado fuera del bloque.
MADRID – El reciente acuerdo comercial Brexit generó alivio en Gran Bretaña y la Unión Europea, pero algunos temas quedaron en la mesa de negociaciones, incluido qué hacer con Gibraltar, el territorio británico en el extremo sur de España cuya soberanía ha sido disputada durante mucho tiempo por Madrid. .
El jueves, la canciller española, Arancha González Laya, anunció un acuerdo de última hora con negociadores en Gran Bretaña y Gibraltar que evita la posibilidad de que viajeros y mercancías queden varados en la frontera a partir del viernes.
El borrador del acuerdo permitirá viajar sin pasaporte entre Gibraltar y España. Como parte del acuerdo, una agencia europea supervisará las llegadas marítimas y aéreas a Gibraltar. Las personas que lleguen de Gran Bretaña deberán pasar por el control de pasaportes, como lo hacen ahora.
“Hemos entendido la necesidad de gestionar nuestra interdependencia”, dijo González Laya en una conferencia de prensa. Si bien insistió en que “la soberanía es algo inalienable para ambas partes”, calificó el acuerdo como “una base sólida para la futura relación entre España y Reino Unido”.
España había presionado para que las conversaciones sobre Gibraltar se separaran de las principales negociaciones del Brexit entre Gran Bretaña y la Unión Europea.
Gibraltar, conocido como el Peñón debido a la característica dominante de su territorio de 2.6 millas cuadradas, ha superado durante mucho tiempo su peso en importancia militar y económica, como puerta de entrada al Mediterráneo, pero también como un centro financiero que aplica impuestos corporativos significativamente más bajos que Gran Bretaña. .
Dado su aislamiento geográfico, los residentes y funcionarios de Gibraltar temían las consecuencias del Brexit antes del referéndum de 2016, en el que el 96 por ciento de los votantes de Gibraltar buscaron permanecer en la Unión Europea, pero los británicos en general votaron a favor de irse.
Los negociadores en Madrid, Londres y Gibraltar, trabajando por videoconferencia, pasaron las últimas semanas luchando para superar la fecha límite del 1 de enero para un acuerdo que garantice el movimiento fluido de mercancías y personas dentro y fuera de Gibraltar, incluso cuando Gran Bretaña ya no forma parte de la Unión Europea. Unión.
Las cuestiones como el reconocimiento mutuo de permisos laborales y licencias de conducir se resolvieron con relativa facilidad, pero los puntos conflictivos eran lo que significa la frontera de Gibraltar y quién debería vigilarla.