Los gobiernos de México y Estados Unidos están extendiendo las restricciones de viaje por tierra no esenciales hasta el 21 de enero. Las restricciones han estado vigentes desde el 21 de marzo para limitar la propagación transfronteriza de COVID-19.
“Estamos trabajando en estrecha colaboración con México y Canadá para mantener abiertos el comercio y los viajes esenciales y al mismo tiempo proteger a nuestros ciudadanos del virus”, dijo el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, en un tuit.
Pero insinuó que esas restricciones podrían modificarse una vez que las personas se vacunen.
“A medida que esta administración continúa haciendo grandes avances en una vacuna para COVID-19, reevaluaremos las restricciones de viaje no esenciales nuevamente a principios del año nuevo”.
Asimismo, México dice que varios estados siguen siendo puntos calientes de coronavirus.
“Luego de revisar los desarrollos en la propagación del COVID-19 y debido a que varios estados están en el nivel de amenaza ‘naranja’, México ha propuesto a los Estados Unidos la extensión de las restricciones de viaje por tierra no esenciales en nuestra frontera común”, la Cancillería mexicana también tuiteó.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. También siguen desalentando los viajes a México.
El tráfico de vehículos transfronterizos en puertos de entrada como El Paso, Texas, ha disminuido sustancialmente desde que se implementaron las restricciones. Los comerciantes estadounidenses que solían depender de los compradores mexicanos informan de una caída dramática en las ventas. El tráfico comercial se ha mantenido prácticamente igual y, en algunos casos, aumentó ligeramente.
Pero del lado mexicano, los residentes se quejan de que nadie detiene a los residentes estadounidenses que cruzan a México para visitar a familiares o comprar.
“¿Por qué, entonces, la gente de allá (Estados Unidos) entra sin restricciones y camina como si no pasara nada?” preguntó el columnista de la Ciudad de México Fernando Hernández.