El turismo ha sido una de las industrias más afectadas por la pandemia de coronavirus, un hecho ilustrado en España, que registró una caída del 75% en el número de visitantes en julio con respecto al año pasado.
La dramática pérdida de ingresos por turismo para España significará un gran golpe para la economía del país, ya que más del 12% de su PIB provino del turismo en 2018 y 2019.
Había esperanzas de salvar la temporada de verano, ya que los países europeos lograron reducir sus números de coronavirus a través de bloqueos y medidas restrictivas, y España impuso uno de los bloqueos más estrictos del mundo en marzo.
Pero con un resurgimiento de casos a medida que se levantaron esas restricciones, las cifras de julio, cuando se reabrieron las fronteras, sugieren que esas esperanzas no se han realizado. El brote de COVID-19 ha convertido esta en la peor temporada turística para España en décadas.
Según la autoridad nacional de estadísticas de España, solo 2,5 millones de turistas internacionales visitaron el país en julio, una caída del 75% con respecto al año pasado, que tuvo casi 10 millones de visitantes. Eso siguió a los meses de bloqueo de marzo, abril, mayo y junio, donde en abril y mayo no hubo turistas en absoluto.
Países como el Reino Unido y Alemania, que aportan proporciones significativas de los ingresos turísticos habituales de España, han impuesto medidas de cuarentena para las llegadas desde España o han incluido en la lista roja muchas partes del país debido a sus números de casos de COVID-19.
Los visitantes del otro lado de la frontera en Francia han seguido viniendo a España, con casi 600.000 en julio, pero eso sigue siendo una disminución del 58,4% en julio pasado.
El número de turistas de Alemania y el Reino Unido ha bajado un 65,2% y un 82,5% respectivamente desde julio del año pasado.
Las comunidades autónomas con descensos más drásticos son Cataluña (81,6%) y la Comunidad de Madrid (87,8%).
España tiene ahora más de 460.000 casos confirmados de coronavirus, la mayoría en Europa Occidental.