La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha autorizado el primer ensayo clínico en España de una vacuna experimental contra el nuevo coronavirus. Eso es según el ministro de Salud, Salvador Illa, quien hizo el anuncio el viernes en una conferencia de prensa del gobierno.
Las pruebas incluirán una vacuna de Janssen, empresa propiedad de la multinacional estadounidense Johnson & Johnson, con 190 voluntarios sanos de España. Habrá otros 400 participantes del ensayo en Alemania y Bélgica. La captación de voluntarios -que tendrán entre 18 y 55 años y mayores de 65- comenzará “de inmediato”, afirmó Illa, con la participación de tres hospitales españoles, La Paz y La Princesa en Madrid, y Marqués de Valdecilla en Santander.
“Se está haciendo un tremendo esfuerzo para encontrar una vacuna lo antes posible”, continuó Illa. “Hemos sabido que [la firma estadounidense] Moderna ha firmado un acuerdo con una empresa española para fabricar los viales de la vacuna en nuestro país. Contamos con una gran capacidad aquí ”.
Illa también ha señalado que este jueves se firmó un contrato definitivo entre la empresa AstraZeneca y la Unión Europea, el primero que se ha negociado con una farmacéutica para el acceso a vacunas experimentales contra el coronavirus. Los estados miembros de la UE podrán adquirir un total de hasta 400 millones de dosis de la vacuna experimental fabricada por AstraZeneca y creada por la Universidad de Oxford en el Reino Unido. Las inyecciones se repartirán según la población de cada país.
“Si todo va bien y la seguridad está garantizada, esperamos tener las primeras dosis para fines de diciembre”, dijo Illa el viernes. La vacuna experimental de la Universidad de Oxford ha mostrado resultados prometedores hasta ahora, pero aún no se ha demostrado su seguridad y eficacia. El prototipo se está probando con más de 20.000 voluntarios en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica.
La comunidad científica en España ya está trabajando en una decena de vacunas experimentales contra Covid-19, pero ninguno de los proyectos ha llegado aún a la etapa en la que puedan comenzar los ensayos clínicos en humanos. Las dos iniciativas más avanzadas las encabezan el virólogo Mariano Esteban, del Centro Nacional de Biotecnología de Madrid, y Felipe García, del Hospital Clínic de Barcelona.
La vacuna experimental de Esteban utiliza una versión debilitada del virus Vaccinia, que se utiliza desde la década de 1970 para la erradicación de la viruela, pero en este caso con información agregada genéticamente del coronavirus SARS-CoV-2.
El proyecto, se quejó en junio, se ha retrasado por la falta de monos macacos para las pruebas en España, y por la escasez de estos animales en los laboratorios internacionales, que actualmente se encuentran abrumados por el aumento de la investigación durante la pandemia.
La vacuna experimental que coordina Felipe García se basa en el lenguaje genético, el ARN, al igual que el de Moderna, que ya está realizando ensayos clínicos con un grupo de 30.000 personas. Estas inyecciones introducen una fórmula genética con instrucciones para que las células humanas produzcan determinadas proteínas del nuevo coronavirus. En teoría, el cuerpo humano puede entrenar sus defensas sin ningún riesgo. Esta teoría ahora tendrá que demostrarse mediante ensayos importantes con decenas de miles de personas.
El martes pasado, el ministro de Ciencia español, Pedro Duque, participó en una reunión para “coordinar los próximos pasos para comenzar los ensayos clínicos de las vacunas españolas” contra Covid-19.
Ya se están desarrollando 173 vacunas experimentales contra el coronavirus en todo el mundo, y 31 de ellas se están probando en humanos, según un registro de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La Comisión Europea ha anunciado conversaciones y acuerdos preliminares con cinco desarrolladores de vacunas experimentales: la británica AstraZeneca, la alemana Curevac, las estadounidenses Johnson & Johnson y Moderna, y la alianza formada por la francesa Sanofi y la farmacéutica británica GSK.
